domingo, 16 de mayo de 2010

El rapto de Europa


Es el antecedente del mito minoico-cretense del minotauro. Se trata del rapto de Europa por parte de Zeus. La narración cuenta que Zeus se enamora de Europa, una hermosa princesa fenicia y bajo la forma de un toro blanco, se acerca a la joven que estaba en la playa. Europa lo acaricia y al verlo dócil, se sube a su lomo. Ahí aprovecha Zeus y se interna en el mar con la princesa hasta la isla de Creta, donde le revela su verdadera identidad y celebran sus amores. Uno de los hijos que tuvieron fue Minos, que reinaría en Creta y que es uno de los protagonistas del mito del minotauro. Tras la muerte de Europa, Zeus convirtió en constelación la forma del toro, que queda también incluída en uno de los signos del zodíaco. El continente europeo recibe el nombre de «Europa» en todas las lenguas germánicas y en todas las lenguas eslavas que usan el alfabeto latino, así como en griego y en latín.
Por lo tanto, la base mítica fundacional de Europa, no puede ser separada de la mitología del toro sagrado y encierra al menos, un par de interpretaciones. Puede que se trate de un rapto, dado que quizás haya sido arrebatada por la fuerza y violada. Puede ser la historia de una seducción, si se ve al hecho de que Zeus descendiese a tomar la forma de un toro como parte de un cortejo. También puede tratarse de un juego de poder. Y esta multiplicidad de significaciones tiñe la identidad europea, que se presenta en su orígen como fruto de una relación -entre un autóctono del panteón olímpico y una extranjera de Asia Menor, originaria de la misma cultura de donde los griegos tomaron el alfabeto. A lo mejor porque las identidades nunca son solitarias sino relacionales, con la carga de tensiones, atracciones, dominaciones y conflictos que acarrean. A lo mejor la Europa de la comunidad se olvidó de este origen relacional y cayó en el ensimismamiento.

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